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¿Son un riesgo los grupos anti-vacunas?

Resumen

En la actualidad diversos grupos de pensamiento divergente, muestran nuevas formas de pensar y actuar, uno de estos grupos son los llamados anti-vacunas, los cuales, por diferentes motivos, mayormente subjetivos o prejuiciosos, muestran un rechazo hacia la vacunación, sin tomar en cuenta las consecuencias, no solo sobre su salud individual, si no también en el aspecto de salud pública, los cuales de ser ignorados pueden generar problemas de salud innecesarios.

Summary

Nowadays, different groups of divergent thinking, new ways of thinking and acting appear, one of these groups are called anti-vaccines, which, for different reasons, mostly subjective or prejudiced, present a rejection towards vaccination, without taking into account the consequences, not only on their individual health, but also on the public health aspect, which if ignored can generate unnecessary health problems.



introducción

Actualmente, en una época de conexión globalizada, donde la información es abundante, es difícil discernir entre la información confiable y la pseudo información. De este punto, se crean diversos problemas, uno de ellos es la corriente anti-vacunas, que son agrupaciones de personas que por motivos variados como: las creencias religiosas, motivos ideológicos, dudas sobre la eficacia, los “riesgos y consecuencias de la vacunación” (1). Optan por decidir no seguir con el estándar de garantía de salud que ofrecen las vacunas, por ello, estas personas son propensas a generar un riesgo en la sociedad, no solo se exponen ellos mismos a perjudicar su salud, sino que también pueden ocasionar problemas de salubridad en el contexto que desarrollen sus vidas cotidianas.



Empecemos preguntándonos, ¿son seguras las vacunas? Pues, en un contexto de desinformación es fácil dejarse llevar por la duda, y no es invalido suponer que todo puede ser un vil engaño, sin embargo, para poder suponer algo así, debemos estar informados. La Organización Mundial de la Salud no dice que las vacunas son seguras. Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas. Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos. La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la febrícula. Los raros efectos colaterales graves notificados son investigados inmediatamente.


Es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna. Por ejemplo, la poliomielitis puede causar parálisis; el sarampión, encefalitis y ceguera, y algunas enfermedades prevenibles mediante vacunación incluso pueden ser mortales. Aunque una sola lesión grave o muerte causada por las vacunas ya son demasiadas, los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedad y muerte(2). En caso de que esto no sea suficiente, la literatura científica en torno a las vacunas es abundante, desde su funcionamiento hasta su eficiencia.


Bien, pero cuáles podrían ser las consecuencias de una corriente anti vacuna. Este no es un movimiento relativamente nuevo, desde el origen de las vacunas, estas tuvieron sus opositores, tanto fanáticos como personas de ciencia. Como en la cita de L. Salleras, quien nos narra que en la ciudad de Boston se produjo una importante controversia sobre el tema a raíz de la eclosión de una epidemia de viruela el ano˜ 1901. Las autoridades sanitarias de la ciudad recomendaban la vacunación de los niños ˜ y la revacunación de los adultos que habían recibido la vacuna en la infancia, pero el Dr. Pffeifer, un médico inmigrante danés, que había alcanzado un cierto prestigio profesional, lideraba la oposición a la vacunación y la proclamaba desde la prensa. De hecho, ni él ni sus familiares más cercanos se vacunaron. Esta polémica, como todas las que afectan a las vacunas tuvo importantes consecuencias negativas sobre las coberturas vacunales, ya que el brote tardaba más de lo habitual en controlarse. Se da la circunstancia de que el Dr. Pffeifer fue invitado por el alcalde a visitar el hospital donde se trataba a la mayoría de los enfermos. Pocos días después de haber aceptado el reto cayó enfermo de viruela y estuvo a punto de morir a consecuencia de las complicaciones de la enfermedad. Este hecho tuvo una amplia difusión en la prensa local y la opinión de la población cambió radicalmente. Esto hizo aumentar la cobertura vacunal de manera espectacular y conllevó el control del brote a corto plazo(3). Así como el Dr. Pffeifer, actualmente aun hay personas que se oponen radicalmente a las vacunas, incluso sin tener una buena formación en el campo de la salubridad.


Y actualmente la problemática parece haber resurgido, y como nos explica Iván Zúñiga, el punto donde tomó más fuerza fue a partir del año 1998 cuando se publicó en la revista The Lancet un estudio del médico británico Andrew Wakefield en el que se vinculaba a la vacuna triple viral con el autismo, la cual, como sabemos, se administra para la inmunización contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola, Más tarde se demostró que existía fraude en ese estudio y la revista retiró el artículo en 2004, pero para entonces el daño ya estaba hecho. En Estados Unidos empezaron a aparecer páginas web que defendían estas tesis basadas en ideas filosóficas o religiosas, sin tener en cuenta el empirismo científico(4). Como vemos, el problema renació en una investigación dudosamente elaborada, pero con ayuda de la desinformación y el fanatismo se expandió rápidamente, por ejemplo, en el 2017, El sarampión se diseminó en Europa con una velocidad que preocupa a las autoridades de varios países y de los organismos internacionales. Esta enfermedad infecciosa, que afecta especialmente a los niños y que puede prevenirse gracias a una vacuna. Pero el continente registró, al final del año, un total de 14,451 casos de sarampión, lo preocupante fue que en Italia, esta enfermedad infecciosa afecto a 4 de cada 10 niños, los cuales tuvieron que ser hospitalizados(4).


Conclusiones

Los grupos antivacunas, llevados por diferentes motivos, ya sean religiosos, ideológicos o desinformativos generan un riesgo dentro de la sociedad, ya que no solo se exponen individualmente, si no que, generan una mayor probabilidad de un nuevo brote infeccioso, de alguna enfermedad ya controlada por las vacunas, es decir, generan un riesgo innecesario.

La problemática de las corrientes antivacunas parece ser la falta de información y una guía sesgada, por no decir fanatismo, hacia la literatura, científica entorno a las vacunas, lo cual, acompañado por información errónea o pseudociencias empieza a tomar fuerza. Y el problema parece que se complicaría aun más con el trascurrir del tiempo, por ende, es importante que se distribuya la información acerca de estos temas de una manera eficaz, para que las personas entiendan el funcionamiento y la importancia de la vacunación.


referencias

1. Lopera Pareja EH. El movimiento antivacunas : argumentos, causas y consecuencias [Internet]. 2016. 126 p. Available from: https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:0UnFqQsU8_gJ:https://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/IMG/pdf/antivacunas_tripas.pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es

2. OMS | Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas. WHO. 2018;

3. Salleras L. Movimientos antivacunas: una llamada a la acción. 2018 [cited 2019 Nov 25]; Available from: https://doi.org/10.1016/j.vacun.2018.03.001

4. Grupos antivacunas: el regreso global de las enfermedades prevenibles Iván Renato Zúñiga Carrasco,* Janett Caro Lozano** * [Internet]. [cited 2019 Nov 25]. Available from: www.medigraphic.org.mx

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1 Comment


Interesante articulo, debo decir que las vacunas fueron un gran descubrimiento, pero considero que muchas personas deciden no vacunar a sus hijos en entidades públicas, no por ignorancia sino por desconfianza, como es mi caso, ya que con la corrupción de estos tiempos prefiero, no participar en las campañas gratuitas del ministerio de salud. Ya no se puede confiar, solo demos una mirada a los ex presidentes...

En cuanto a la pregunta; si son un riesgo ya que con las vacunas se estan buscando erradicar enfermedades. EDISON MENDIETA FALCON, PSICOLOGIA, II CICLO, U. AUTONOMA

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