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EL AUTODESCUBRIMIENTO Y CONSECUENTE REFUERZO DE LA VOCACIÓN DE SERVICIO


UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

Universidad del Perú, Decana de América


Jhonatan Huerta Lindo Fac. Psicología

 

INTRODUCCIÓN


Son pocas las personas que buscan conocer y comprender los orígenes de su personalidad a través de la indagación familiar y genealógica. Hipersensibilidad, baja autoestima, inseguridad y dependencia no son solo algunos rasgos que pueda tener un persona, sino también patrones conductuales o psicológicos característicos de un tipo de familia que van pasando de generación a generación debido al estilo de crianza y entornos parecidos en la que se desenvuelven los familiares o individuos. En pocas palabras, rezagos familiares que, a modo de alguna tradición cultural, son heredados de un familiar a otro. Esto no representaría un problema si se tratase de una “herencia” familiar adecuada, pero, como se mencionó anteriormente, estos rezagos se convierten en cadenas que atan a distintos familiares a un punto de origen y que en raras ocasiones, fruto de una indagación propia y adquisición de conocimientos, logran liberarse. En casos extremos surgen individuos que, incapaces de comprender su problema, adquieren la llamada desesperanza aprendida (Seligman), término empleado para describir a aquella persona incapaz de ver el cambio en sí mismo y que, desesperanzado, aprende a convivir con su problema.

Lo anterior narrado representa el proceso de autodescubrimiento de mi personalidad, conductas, sentimientos, modelos de comportamientos (Roberto, Robles, Lorenzo, 2006) y cómo, a partir de esta, surge mi propuesta de romper con aquella cadena familiar de individuos desfasados para esta época. Sin embargo, el contacto con una diversidad psicológica, dentro de un salón de clase durante la intervención comunitaria, reaviva mi interés y me permite observar el proceso anterior mencionado por medio de niños que arrastran problemas de autoestima, inseguridad, dependencia, etc y que difícilmente serán cambiados en los años siguientes.

Es por ello que el presente ensayo tiene como objetivo dar a conocer aquellos aprendizajes obtenidos fruto de la observación de aquellos problemas durante la práctica comunitaria para el cambio de conductas claves y el consecuente refuerzo de mi vocación de servicio.


DESARROLLO


La intervención comunitaria resulta una experiencia enriquecedora ya que permite observar y proyectarnos en base a diversas teorías, en el campo de la Psicología, sobre las consecuencias del mal desarrollo de los niños desde una edad temprana. Por ejemplo, Erik Erikson con su propuesta del desarrollo Psicosocial y cómo es que va madurando a lo largo de la vida fruto del enfrentamiento a conflictos; el modelo Baumrind con sus estilos de crianza y los efectos en la vida psicológica y social de los hijos; el autoestima según Maslow y sus efectos sobre la vida psicológica y social; el aprendizaje sociocultural según Bandura; las habilidades sociales propuestas por Goldstein; la desesperanza aprendida según Seligman.

Es imposible no ver e identificarse con niños que, a temprana edad, tiene vergüenza de salir al frente, no son persistentes en lo que hacen, se desaniman rápido, son tímidos, tienen baja autoestima y alguno que otros con deficientes habilidades sociales, tanto así que es motivo de preocupación por los diversos efectos a corto y largo plazo que puede tener en el desenvolvimiento de su vida. Esto se relaciona mucho al autodescubrimiento que hice ya que fue de esa forma que logre identificar las características anterior mencionadas y como es que, a lo largo de los años, han limitado mi vida durante la escuela, el paso por la academia y, ahora, en la universidad.

Según Erikson (citado por Bordignon, 2005), en la etapa de la niñez intermedia (5-13 años), coincidente con la edad de los niños, es donde se desarrolla una crisis, laboriosidad vs inferioridad, donde la superación de esta nos da la virtud de la competitividad. Esta es una característica observada en los niños al momento de la participación durante la intervención comunitaria, aunque no todos en igual medida ya que debido a factores como el escaso alcance de los encargados de la sesión en niños que se encuentran en la parte posterior, muchos de ellos se desaniman y no persisten, incluso algunos entran en la tristeza y ganas de llorar. Esto tiene obvias razones ya que, como cualquier persona, siempre se busca o hay necesidad de demostrar algo en los que somos buenos, es una necesidad psicosocial inherente (citado por Valencia, 2019), sin embargo, al no haber oportunidad, simplemente el desánimo entra a la escena. La pregunta aquí es, ¿por cuánto tiempo han sido y serán expuestos a este tipo de situación los niños de ese salón?, ¿solo es así en nuestra intervención o también en las clases normales?. Por lo visto, son expuestos a ese tipo de situación ya que tienen reacciones emocionales definidas para esa situación, contrario a alguien competitivo que buscaría sentarse más adelante o incluso gritar o saltar como es visto en algunos niños.

Cuando se hablaba anteriormente sobre la necesidad de reconocimiento en lo que somos buenos, se hablaba, según la clasificación de las necesidades psicosociales de Maslow (citado por Valencia, 2019), de la necesidad de autoestima. Lo anterior es algo inherente y más aún si hablamos de la forma en la que califica el desempeño del alumno la educación tradicional. En los niños está bien claro la idea de mayor nota, mayor reconocimiento. Esto se vió al momento de realizarse la encuesta y la interpretación de varios de estos como un examen fácil, por lo cual, se sentían bien. Aunque la aclaración fue hecha al inicio, estos manifestaban preocupación cuando no sabían qué responder a las preguntas e incluso algunos compañeros iban a ayudar.

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Hasta ahora se ha analizado los problemas, pero no las causas. Sería subjetivo analizar estas sin realizar alguna investigación a fondo, por consiguiente, solo se mencionara algunas patrones conductuales, sentimentales, comportamientos coincidentes y que guardan muchas relación por estar en una etapa de formación y de dependencia hacia los padres.

Según Baumrind (citado por Chuima Gómez.pdf, s. f.), existen 3 tipos de estilos de crianza que tiene efectos sobre la vida psicológica y social del niño. Uno de ellos es el autoritario, cuyos efectos claros son la sumisión y obediencia en presencia de autoridad (padre), la agresividad e irresponsabilidad en ausencia del apoderado, la baja autoestima y escaso control y el poco desarrollo de habilidades sociales, las cuales son limitantes para su desarrollo en clase y vida futura. Otro también es el permisivo cuya efecto principal es la baja persistencia en las tareas y escaso autocontrol. Esto se pudo observar en algunos niños cuyos padres optaban por el golpe antes que el diálogo, información extraída en una participación dinámica, como también la muestra de agresividad ante compañeras mediante el empujón o patadas. En algunos casos también se observó la dependencia de algunos estudiantes hacia su grupo de amigos y que al ser separados, para la formación de equipos de trabajo, comenzaban a manifestar indicios de llanto y reacciones emocionales.

Recordar también que los estilos de crianza no son los únicos factores, ya que así como pueden estar estos, también están factores económicos, sociales y políticos. Un ejemplo claro se encuentra en un niña que se encontraba totalmente desganada hacia el final de la clase, claro está que no se puede determinar con seguridad cual es la causa, sin embargo, algunos de los estudiantes manifestaba no traer lonchera e incluso comer solamente una vez al día y esto también reforzado por la cantidad de alimentos altos en grasa y abundante comida chatarra que se vendía dentro del colegio. Otro ejemplo claro también sería las niñas de Venezuela que están pasando por un proceso de adaptación o que ya se adaptaron al ambiente educativo peruano.

En cuanto al desarrollo de habilidades sociales, muchos son lo niños que manifiestan una gran participación e iniciativa para salir a hablar al frente. No hay que confundir nerviosismo con la negativa rotunda a salir a exponer. Mientras que algunos niños se manifestaban nerviosos exponiendo, aunque ya habían salido al frente, lo hacían; sin embargo, habían niñas y niños que se negaban completamente a salir a hablar enfrente de sus compañeros. Esto da para decir si es que se promueve o no el desarrollo de habilidades blandas desde una edad temprana. Según un estudio de la OECD, MICROSOFT y la sociedad internacional de la información, señala que el 50% de las actividades de aprendizaje que los profesores proponen en clase no apuntan a enseñar habilidades blandas (Santos, C. E. O, 2017).

Por último, la desesperanza aprendida (citada por Minici, 2010). Para entender mejor este término se citará la siguiente frase: “yo soy así y ya no voy a cambiar”. Esta frase si se ha de haber escuchado ya que es típica en personas con este problema. Este tipo de actitudes hacia el cambio es lo que se quiere evitar más adelante cuando estos niños crezcan y se vuelvan independientes. Esto es preocupante ya que atribuye a cero la posibilidad de cambio. Esto muchas veces pasa en chicos con un rendimiento académico escolar bajo. Ya de grandes estos recuerdan ciertas materias y se dicen así mismo que son incapaces de aprender porque son malisimos y así seguirá siendo. Esto no se dijo, pero los problemas de autoestima, la dependencia e inseguridad limitan la capacidad creativa y merman el rendimiento académico del niño y esto no es precisamente por deficiencias cognitivas. La verdadera razón detrás de esto son los procesos psíquicos de tipo afectivo, sus sentimientos y de cómo se siente realizando alguna tarea tarea. Muchas veces los sucesos que afectan son muy fuertes que hacen que la atención del niño, en vez de estar ligada a la clase, se desvíe hacia otro lado y, en busca de actividad más interesantes que los distraigan de su problema, encuentran en el juego y el grupo de amigos su distracción. Esto repercute muchas veces en el rendimiento académico. Peor aún cuando sucede en los primeros niveles de educación ya que las enseñanzas en estos serán pilares para la enseñanza de los grados superiores y si hubo un problema durante esta etapa, las consecuencias serias son la desnivelación que muchas veces son arrastrados incluso hasta el nivel secundario.


CONCLUSIONES

Los aprendizajes obtenidos, frutos de la riqueza psicológica de los niños, han hecho posible una reafirmación de mi vocación de servicio como un profesional de la salud y también cómo es que la intervención comunitaria resulta un experiencia algo curiosa debido a la identificación personal por medio de lo que yo denomino el “autodescubrimiento”.

También recordar la importancia de los diferentes autores, como Erikson, Maslow, Seligman, Baumrind, en el análisis superficial de los problemas observados durante la intervención comunitaria y de los peligros para el desenvolvimiento de la vida futura de los niños.

Por último, queda para la reflexión el papel determinante del segundo agente socializador, los colegios y la enseñanza, y que se está haciendo para detener esto que no solo ocurre en un colegio, sino en muchos y que perjudica el desarrollo adecuado de los estudiantes de primaria en el Perú.

REFERENCIAS




Santos, C. E. O. (2017). Desarrollo de habilidades blandas desde edades tempranas”. Journal of Selection and Assessment, 21(3), 251-263.



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