ABSTRACT. Dental caries is a prevalent health problem during childhood. Nonetheless, dental caries can and must be prevented since it affects children’s general well-being and development. In that sense, the aim of the following essay is to highlight the importance of prevention and analize the existing courses of action to avoid caries.
En setiembre de este año, participé en una campaña realizada en un albergue de niños. Estos niños no se encuentran en una situación económica privilegiada. En esa oportunidad, nos acompañaron un grupo de estudiantes de Odontología, quienes fluorizaron a los niños. Uno de los sucesos que más llamó mi atención fue la sonrisa cariada de una niña. Realmente me impresionó verla con una especie de borde negro alrededor de todos sus dientes. Antes de retirarnos, la encargada del albergue nos agradeció y resaltó la importancia de la labor de los estudiantes de Odontología, pues – según comentó – “para los niños y sus padres, la salud bucal es un lujo”, al que normalmente no pueden acceder. Sin embargo, la salud oral no debería ser un “lujo”, es una necesidad por su rol fundamental en la preservación de nuestro bienestar. Lamentablemente, la caries dental es un problema frecuente en la infancia. Cifras del MINSA estiman que la prevalencia de caries dental es del 76% en niños y niñas de 3 a 5 años (1,2). Afortunadamente, la caries dental se puede prevenir y debe ser prevenida debido a sus consecuencias en el bienestar y desarrollo de los niños. En ese sentido, el presente ensayo busca resaltar la importancia de la prevención y analizar las acciones que pueden llevarse a cabo para evitar la caries dental.
En primer lugar, la necesidad de prevenir la caries dental infantil radica en las repercusiones de esta sobre la salud general de los niños. Según la OMS, la salud bucodental es fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida. Una alteración podría afectar la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, por lo que repercute en el bienestar psicosocial del individuo (3,4). La caries dental es una enfermedad multifactorial, pero su aparición se atribuye principalmente a una ingesta alta de azúcares que son transformados en ácidos por las bacterias presentes en la cavidad oral y pueden dañar el mineral del diente (2). La caries dental afecta la salud física. De hecho, Finlay (2007), citado en Bayón (2016) sostiene que cuando las lesiones progresan, estas pueden causar “malnutrición y bajo peso, ya que el dolor a veces llega a ser tan intenso que les dificulta la masticación y el poder alimentarse correctamente” (5). Esto genera preocupación porque los niños se encuentran en pleno desarrollo y necesitan en mayor medida de los nutrientes de los alimentos proporcionan para balancear el gasto energético que implica su crecimiento y las actividades que realizan. Además, esta enfermedad también afecta la salud mental del menor. Williamson (2008) citado en Nuñez (2015) reporta que los “niños con caries activa tienen más problemas de comportamiento, tales como: ansiedad, depresión, problemas de sueño, agresividad, déficit de atención e hiperactividad” (6). De esta manera, la caries dental altera la forma en que el niño se interrelaciona con otros y, con ello, el concepto que tiene sobre sí mismo. Por consiguiente, el estado de salud de la cavidad oral tiene un impacto sobre la autoestima del niño.
Ciertamente, existen múltiples maneras de prevenir la caries. Sin lugar a dudas, hace falta el trabajo conjunto de padres de familia, maestros, profesionales de la salud y autoridades para combatirla. Entre las acciones que pueden llevarse a cabo, la educación es la que podría tener un mayor impacto a lo largo del ciclo vital. Una intervención temprana es fundamental puesto que los niños se encuentran en una etapa en la que forman hábitos y son receptivos a la información (7). No obstante, no basta con educar a los menores, es fundamental educar también a los padres. Cosme (2019) sostiene que “las lesiones iniciales suelen pasar desapercibidas por los padres de familia y no le dan la importancia que deberían, lo ideal sería detectar tempranamente la enfermedad y detenerla”(8). La medida preventiva más simple y, a la vez, más efectiva es el correcto cepillado de dientes. Este debe ser acompañado por el uso de las cantidades recomendadas de pasta dental fluorada. Según la Guía de Práctica Clínica de 2017 del MINSA, “en los niños y niñas de hasta 3 años no se debe colocar más que un “granito de arroz” o “raspadita” […] para niños y niñas mayores de 3 años […] se sugiere una cantidad de pasta tamaño “alverjita”. Otro de los hábitos que deben reforzarse es la visita periódica al odontólogo. Idealmente “la primera visita dental debe realizarse antes del primer año de vida, especialmente en niños de alto riesgo de caries dental”. Esto permite obtener mayor información sobre el cuidado de la salud oral de los menores. Posteriormente, las visitas deben realizarse por los menos “cada 3 meses en niños y niñas con lesiones de caries activas y cada 6 meses en niños y niñas sin lesiones de caries o con lesiones inactivas” con la finalidad de garantizar la aplicación de barniz de flúor y sellantes dentales.
Finalmente, la prevención de la caries, en particular, y de las enfermedades orales, en general, presenta beneficios en la calidad de vida, especialmente en los niños. Esto se debe a que las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo con las principales enfermedades no transmisibles de los tiempos actuales (9) tales como el cáncer, la diabetes, la hipertensión arterial y las enfermedades respiratorias. El MINSA asevera que “el establecimiento de una dieta y un estilo de vida saludable, desde temprana edad, es la base para una buena salud general toda la vida” (10). La caries dental está principalmente vinculada a la dieta. Evitar el consumo excesivo de alimentos y bebidas altos en azúcar y procesados disminuye las probabilidades de padecerla. Asimismo, las intervenciones sobre salud oral buscan brindar conocimientos y herramientas necesarias e importantes para que las personas tomen decisiones y participen activamente en el cuidado de su bienestar. Al fomentar la salud bucodental desde la infancia, se refuerza el autocuidado. Este es el punto de partida para un enfoque en promoción de la salud, en lugar de centrarnos en la curación de enfermedades prevenibles. A mediano y largo plazo, esto resulta en una disminución en el monto invertido por el Estado y las familias en el tratamiento de enfermedades orales (11).
En síntesis, es importante prevenir la caries dental infantil debido a las consecuencias que esta podría tener sobre la salud general del menor. Ciertamente, los niños se encuentran en un periodo crítico para su desarrollo físico y psicológico. Por esta razón, se debe proteger su integridad para que este proceso se desenvuelva de una manera segura. Para ello se necesita el esfuerzo mancomunado de la familia, escuela, autoridades y personal sanitario para cimentar la prevención de las caries y la promoción de la salud. Para prevenir la caries dental, las intervenciones deberían enfocarse en fomentar hábitos saludables tanto en los niños como en sus padres. Una gran ventaja es que los niños son susceptibles a adquirir costumbres y los padres, preocupados por el bienestar de sus pequeños, suelen estar abiertos a las sugerencias del personal de salud. Algunas de las medidas básicas para evitar la caries son el correcto cepillado, el uso de pasta dental fluorada y las visitas periódicas al odontólogo. Adicionalmente, puesto que comparten factores de riesgo con las enfermedades bucodentales, al prevenirlas también se reduce el riesgo posterior de padecer otras enfermedades no transmisibles. Esto resulta en una mejor calidad de vida y un menor gasto del Estado y las familias en servicios de salud.
Referencias
Ministerio de Salud (2017). Minsa: 85% de niños menores de 11 años tiene caries dental por inadecuada higiene bucal. Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/13055-minsa-85-de-ninos-menores-de-11-anos-tiene-caries-dental-por-inadecuada-higiene-bucal
Ministerio de Salud (2017). Guía técnica: Guía de Práctica Clínica para la Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Caries Dental en Niñas y Niños. Disponible en: https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/322902/Gu%C3%ADa_de_pr%C3%A1ctica_cl%C3%ADnica_para_la_prevenci%C3%B3n__diagn%C3%B3stico_y_tratamiento_de_la_caries_dental_en_ni%C3%B1as_y_ni%C3%B1os__Gu%C3%ADa_t%C3%A9cnica20190621-17253-1sj2h61.pdf
Organización Mundial de la Salud. “Salud bucodental”. Disponible en: https://www.who.int/topics/oral_health/es/
Sheiham A (2005). Oral health, general health and quality of life. Bulletin of the World Health Organization, 83(9). Disponible en: https://www.scielosp.org/pdf/bwho/2005.v83n9/644-644/en
Bayón G (2016) Caries de la niñez temprana. Trabajo de fin de grado, Universidad de Sevilla. Disponible en: https://idus.us.es/xmlui/bitstream/handle/11441/61093/Gloria_Bay%C3%B3n_TFG.pdf?sequence=1
Núñez L, Sanz J, Mejía G (2015). Caries dental y desarrollo infantil temprano. Estudio piloto. Rev. chil. pediatr., 86(1): 38-42. doi: 10.1016/j.rchipe.2015.04.007
Cisneros G, Hernández Y (2011) La educación para la salud bucal en edades tempranas de la vida. MEDISAN, 15(10): 1445-1458. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/san/v15n10/san131011.pdf
Cosme T (2019). Impacto de la caries dental sobre la calidad de vida en preescolares peruanos. KIRU, 16(1): 6-13. doi: 10.24265/kiru.2019.v16n1.01
Carbajal P (2016) Enfermedades periodontales como un problema de salud pública: el desafío del nivel primario de atención en salud. Rev Clin Periodoncia Implantol Rehabil Oral, 9(2): 177-183. doi: 10.1016/j.piro.2016.07.001
Ministerio de Salud (2014). Módulo de promoción de la salud bucal.
Padilla S, Cerón J (2012). Determinantes culturales, económicos, históricos, políticos y sociales de la salud bucal. Medwave, 12(7). doi: 10.5867/medwave.2012.07.5452
Interesante informe, la salud bucal en niños es de suma importancia. Más aún en los niños de las zonas rurales que no tienen suficiente información acerca del tema.