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¿QUIÉNES SON LOS BENEFICIADOS EN UNA INTERVENCIÓN EDUCATIVA COMUNITARIA?

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)

Escuela de Estudios Generales

Meza Mejía, Flavio


 

En varias ocasiones, se ha escuchado hablar de la importancia de la educación, en su mayoría de veces de manera acrítica; pero son solo algunas en las que se habla sobre la mejor manera de abordarla. Desde un punto de vista crítico, se puede afirmar que la educación es la vía más adecuada para alcanzar el desarrollo humano y sostenible, por cuanto además de intervenir en los determinantes sociales de orden estructural, fomenta el desarrollo de competencias que incluyen conocimientos, habilidades y destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y participar en el mundo en el que vive; es por ello, que su abordaje se debe comprender desde un ámbito del gobierno, mediante políticas educativas, un ámbito individual y, desde luego, del ámbito de las instituciones educativas.

No es de extrañarse que en la Carta de Otawa(1) se mencione que la educación sea uno de los ejes fundamentales de la promoción de la salud, asimismo, lo es la comunicación. Precisamente, se habla de educación para la salud (EPS) desde un enfoque integral, en la que se generan aprendizajes, no solo para el autocuidado individual, sino para el ejercicio de la ciudadanía, la movilización y la construcción colectiva de la salud (2), de esta manera, se lograría el empoderamiento individual y la transformación de la realidad para vivir mejor. Por lo tanto, se puede deducir que la educación para la salud busca que el individuo participe activamente en la intervención, de esa forma el protagonismo se desplaza hacia las personas y la comunidad.

En un contexto en el que se exige el desarrollo de capacidades y competencias para lograr un buen nivel de vida; se exige, también, que los capacitores hayan desarrollado en cierto grado las llamadas habilidades para la vida, como la comunicación asertiva, toma de decisiones, entre otras. De allí, que el presente ensayo tiene como propósito identificar los beneficiarios de una intervención educativa comunitaria, a su vez que dar cuenta de la relevancia de realizar que tienen dentro de la promoción de la salud. Para tal fin, se ha planteado como tesis que los directamente beneficiados son las personas que reciben la intervención, los capacitores, mientras que los que beneficiados indirectamente es la comunidad y el Estado. La forma de emprender la tesis será mediante argumentos y contrargumentos sustentados en evidencia bibliográfica.

Planteada la importancia de la educación, especialmente, la educación para la salud, una forma de abordarla es mediante uno de los cuatro pilares sobre los que debe asentarse la educación, planteado en la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI presidida por Jacques Delors, en su informe a la UNESCO(3); a saber: aprender haciendo. En ese mismo documento, se hace énfasis en que la educación no puede ser tomada con fines económicos, sino que debe de estar vinculada con la solidaridad humana.

Así, es como surge la metodología pedagógica aprendizaje-servicio, la cual ha sido definida como el servicio solidario desarrollado por los estudiantes, destinado a cubrir necesidades reales de una comunidad, planificadas institucionalmente en forma integrada con el currículo, en función del aprendizaje de los estudiantes(4). Lo que fundamenta este tipo de aprendizaje son estudios empíricos(4), donde se muestran que los estudiantes retienen lo aprendido en 10% de lo que escuchan, un 15%de lo que ven, un 20% de lo que escuchan y ven, un 80% de lo que experimentan activamente y un 90% de que enseñan a otros. De esta manera, la modalidad activa del aprendizaje-servicio ayuda a consolidar el aprendizaje de los contenidos curriculares, integrando y aplicando en una misma actividad conocimientos provenientes de diversos campos disciplinarios.

Más allá del aprendizaje significativo que se logra con las intervenciones educativas comunitarias desde un enfoque aprendizaje-servicio; los capacitores logran desarrollar las competencias en resolución de conflictos, la motivación para aprender, la comunicación interpersonal, la capacidad de observación y aplicación de conocimientos, así como el desarrollo personal, y un compromiso con los valores democráticos y solidarios.

Estas características van acorde con las Habilidades para la vida que son iniciativas impulsadas por la OMS como estrategias para prevenir enfermedades y, posteriormente, para promover la salud, entendida ella en un sentido amplio de desarrollo vital y no solo biológico del ser humano. Estas habilidades se han transformado en una potente herramienta, dentro de la promoción de la salud, para problemas específicos de salud pública desde un enfoque preventivo. Así, la OMS la define como un grupo de competencias psicosociales y destrezas interpersonales necesarias para transformar el entorno de manera que sea propicio para la salud(5). Si bien es cierto que estas competencias son muchas, algunas son necesarias para un trabajo comunitario para, de esa manera, propiciar un ambiente amigable, a saber:

La comunicación asertiva, la cual es necesaria en vista que se requiere que al momento de realizar las sesiones se expresen con claridad y de forma apropiada según el contexto, ya sea lo que siente, piensa o necesita informar. La toma de decisiones, la cual es necesaria a lo largo de la planeación, ejecución y en la realización de la intervención comunitaria; para lo cual se deberá evaluar las distintas alternativas, teniendo en cuenta las necesidades, capacidades y consecuencias de las decisiones, y no solo la vida propia sino la del equipo y la de las personas involucradas durante la intervención. Pensamiento creativo, en la cual se conjuga la razón y la pasión para ver las cosas desde otra perspectiva, habilidad muy útil al momento de la planificación de las sesiones. La empatía es imprescindible ya sea con los integrantes del equipo que con las personas a las que está dirigida las sesiones. El manejo de las emociones y sentimientos, ya que se requiere un control afectivo para lograr una mayor sintonía entre el propio mundo emocional y el de las demás personas para así enriquecer la vida personal y las relaciones interpersonales.

Esas son las habilidades que se requieren durante todo el proceso de la realización de la intervención educativa comunitaria (IEC). De esta manera, se estarían beneficiando todos los involucrados.

Un contrargumento vendría a ser que las IEC pueden presentar sesgos al presentar solo una actividad asistencial, volviéndose así en una ayuda momentánea, concreta, a una necesidad puntual y que no apunta a solucionar las raíces del problema. Un claro ejemplo de actividades asistenciales son las campañas solidarias para los inundados o la donación de juguetes a los niños por Navidad, cabe resaltar que en ciertas ocasiones las actividades asistenciales son indispensables. Pero en el caso que nos atañe se ha buscado evitar ese “sesgo” y re direccionarlo hacia la promoción de la salud, lo cual implica posibilitar a los participantes y beneficiarios el desarrollo de sus potencialidades personales, grupales, de organización y de comunicación que les permitan llegar a un aprendizaje significativo.

En síntesis, se ha podido ver como desde un nuevo enfoque de la educación surge el aprendizaje-servicio, el cual está sustentado en el pilar del querer aprender haciendo; luego, se ha hondado sobre los beneficios de esta metodología ya sea para quienes la elaboran como también para los que la reciben. Luego, se abordaron las habilidades para la vida, las cuales son imprescindibles para el desarrollo del trabajo comunitario, finalmente, se presenta un posible sesgo a considerar que contradice la promoción de la salud. Por lo tanto, se concluye afirmando que los beneficiados en una intervención educativa comunitaria no son solo para quienes están dirigidas las sesiones, sino que el beneficio recae sobre todos los participantes.



Referencias bibliográficas:

1. PROMOCIÓN DE LA SALUD: UNA ANTOLOGÍA Organización Panamericana de la Salud.

2. Ferrer Aguareles JL, Ruiz Muñoz E, Postigo Mota S. Educación para la Salud. Rev Enferm. 2015;38(6):55–60.

3. Jaques D. Los cuatro pilares de la educación [Internet]. 1994 [cited 2019 Nov 18]. Available from: https://uom.uib.cat/digitalAssets/221/221918_9.pdf

4. Andrés Delich L, Nieves Tapia M, Alba Susana González Lic Pablo Javier Elicegui L, Slamovits C. Coordinación de la producción gráfica.

5. Víctor Martínez Ruíz. Habilidades para la vida : una propuesta de formación humana. Itiner Educ. 2014;28(63):61–89.

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2 Kommentare


Meza Mejía
Meza Mejía
12. Dez. 2019

Tengan mi más cordial saludo, en efecto, la precisión del doctor Morán es correcta; en vista que la palabra "capacitor" no se puede comprender sin el contexto, dado que sin esta última podría dar a entenderse como un condensador ( dispositivo físico para almacenar carga eléctrica). Dicho ello, el sentido contextual que adquiere en el ensayo es el de instructor que fue capacitado previamente en la práctica clave priorizada.

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Me llamó la atención el título del ensayo. No porque fuese una pregunta intrascendente, sino por todo lo contrario. Me alegró que el título lo haya puesto un estudiante, participante activo (como tiene que ser, pues ¿si no, como se participaría?) de esta experiencia. Se aprende haciendo. Se aprende haciendo algo útil para la sociedad. La respuesta que esperaba era la que encontré. Aprenden todos en estas intervenciones. Aprenden los que lo hacen bien. Los que no lo hacen bien, también aprenden: Aprenden que tienen que mejorar.

Me llamó la atención la palabra "capacitor" o "capacitores". La busqué en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua de España. No la encontré, lo que no quiere decir que no…

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