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¿CUÁL FUE MI APRENDIZAJE A PARTIR DE LA PRÁCTICA COMUNITARIA ?

Cuando escuché que realizaríamos un trabajo comunitario en un colegio y que haríamos sesiones para transmitirles la información sobre el tema elegido, lo primero que pensé fue “ahora actuaremos como profesores”, y esto ¿por qué?, pues, debíamos centrarnos en lograr el objetivo de promover la salud transmitiendo información. Felizmente, el primer pensamiento lo tuve hasta un día antes de realizar la primera intervención en la institución educativa Imperio del Tahuantinsuyo. Como todos sabemos, cada día aprendemos algo nuevo y no solo de expertos, también podemos aprender de profesores, compañeros y de los niños; como de sus actitudes, que muchas veces les nace de corazón. Gracias a esta actividad obtuve nuevos conocimientos, estos fueron adquiridos antes, durante y después de la capacitación para el cambio de prácticas.

Antes de las intervenciones aprendimos acerca de la Promoción de la Salud y el cambio de comportamiento, en estas encontrábamos tres tipos: la primera es llamada “El modelo de creencias de salud”, consiste en que los individuos son más propensos a adoptar comportamientos de detección si están seguros de que van a ser capaces de realizar con éxito el comportamiento y creen que los beneficios de la detección superan los riesgos; la segunda es la teoría del comportamiento planificado, que puede predecir comportamientos de manera individual que combina construcciones de la Teoría de la Acción Razonada y el concepto de autoeficacia. Por último, el modelo transteórico, desarrollado por Prochaska que se aproxima al cambio de comportamiento como un proceso en el cual una persona se mueve a través de cinco etapas diferentes: precontemplación, contemplación, preparación, acción, y mantenimiento La persona puede recaer en una etapa anterior en cualquier momento del proceso.

El trabajo en equipo es una actividad de la que todos tenemos conocimiento ya que siempre se nos habla sobre ella en clases e intentamos ponerla en práctica. No obstante, donde más se pudo evidenciar fue en las reuniones previas que teníamos como grupo, sobre todo porque nuestro público era de niños que cursan tercer año de primaria y debíamos ser cuidadosos con las palabras empleadas al comunicarnos con ellos. Así mismo, cuando todos debíamos compartir nuestras opiniones; en primer lugar, para elegir el tema en el cual nos enfocaríamos; luego, averiguar sobre dinámicas y estrategias ya sea mediante el Internet o recordando las que utilizaron anteriormente para otros cursos, pues ellos captan la enseñanza de manera didáctica, de lo contrario se aburrirían de nuestras charlas; y por último, explicábamos entre nosotros mismos sobre la idea que teníamos para una de nuestras sesiones y así llegábamos a obtener una sesión completa.

Finalmente, entendí de que el trabajar con niños implica tener mucha paciencia y que necesitamos comunicarnos con ellos mediante un lenguaje simple, buscar dinámicas para que el aprendizaje en ellos sea significativo porque de lo contrario aburriría y no podríamos generar el cambio esperado, mucho menos mejorar la calidad del contenido de sus loncheras. Asimismo, que cada niño es un libro abierto, es decir, están dispuestos a contarte cosas personales que quizás no tienen a quien poder contar, que necesitan ser escuchados y aconsejados para que no sigan el camino incorrecto, pienso esto ya que muchos de ellos me informaron sobre sus problemas personales y familiares. Su gran sensibilidad y emotividad fue algo que también me impactó, debido a que personalmente no suelo ser tan expresiva ni emotiva con mis semejantes.

En síntesis, lo aprendido antes, durante y después de las intervenciones fue enriquecedor. Conocimientos y experiencias obtenidas gracias al profesor del curso, que nos brindó la información de las teoría del cambio de conducta; nuestros compañeros, con los que pusimos en práctica el trabajo en equipo, escucha activa y la tolerancia; y los niños, que me hicieron reflexionar sobre cómo soy y si estoy poniendo en práctica la vocación de servicio. Experiencias como estas son las que difícilmente serán olvidadas, ya que dejaron una huella en mí y a la misma vez en los pequeños que fueron nuestros aprendices.


Juro Dueñas Jaidy Jazmin

Facultad de Farmacia y bioquímica

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