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El camino a la felicidad contiene letras

Actualizado: 26 nov 2019

Leer me llevó a conocer otros mundos, me llevó a vivir aquellas historias que de niña siempre imaginaba y pensaba que era imposible experimentarlo más adelante. Emplear un tiempo diario para leer a hecho de mis días un tanto más divertidos. Pero, con el pasar de los años, el trajín y la responsabilidad que se sumaba mientras iba creciendo, mi tiempo para leer iba reduciendo, ya no contaba con horarios libres en donde podía sentarme en un lugar cómodo y ponerme a leer; así que mis tardes se reducían en realizar quehaceres, trabajos y cumplir obligaciones. Una mañana me puse a meditar en todas las cosas que solía hacer cuando era más pequeña y me di cuenta que había olvidado a esa niña que llevaba dentro, la estaba tratando de ocultar con todo el supuesto "trajín” que llevaba encima. Recuerdo que esa tarde decidí volver a leer como antes, cogí un cuaderno y escribí cuatro hábitos que creía que eran necesarios practicarlos para volver a empezar de nuevo con mi hábito de lectura, a continuación plasmo esos cuatro hábitos que me propuse seguir:


● Empezar leyendo lo que me gusta


Siempre fue común para mí escuchar a mis compañeros decir, "leer es lo más aburrido, no me gusta", cuando me acercaba les preguntaba el porqué, ellos me decían que eran lecturas que no les gustaba, y que preferirían leer otras. Para mí, siempre fue fundamental encontrar una motivación antes de leer algo, por eso, siempre buscaba leer algo que me gustara antes de poder empezar a leer cualquier lectura que me dejaban en el colegio o ahora en la universidad.


● Uso de marcadores y separadores


Siempre fue importante para mí el uso de separadores y marcadores, simbolizaba una forma de inmortalizar mis emociones y lo que el texto principalmente podía transmitirme. Con el pasar del tiempo, y cuando volvía a revisar esos libros que había leído años atrás, me resultaba súper sencillo recordar el tema y el significado del libro para mí, con solo leer las oraciones que había resaltado. Resaltar las oraciones que simbolizan algo para la persona o que crea que son lo más sustancial del texto, no solo le ayuda a comprender mejor lo que lee, sino también le hará ver la lectura como un medio de crecimiento personal, ya que deja en la persona sentimientos, emociones y mensajes que perduran a lo largo de la vida.


● Disponer un tiempo


Fue fundamental para mí disponer un tiempo adecuado para leer, muchas veces resultó difícil para mí, establecer un tiempo y un momento definido para empezar a hacerlo, pero entendí que quizás la solución no iba por ahí, sino que tenía que ser consciente que leer era parte importante para mí y por lo tanto, tenía que separar un tiempo para ello, quizás no el mismo horario todos los días, pero, solo separando un tiempo y un momento de cualquier parte de mi día para realizarlo, iba a ser suficiente; recuerdo que un día fue antes de dormir, otro a plena tarde, a veces solía ser en la madrugada. Entendí que lo principal era leer, sin importar si el horario era el mismo o no.


● Un espacio para mí


Leer involucraba para mí algo especial, y como tal, sentía que tenía que darle un espacio especial, como toda persona cuando realiza una actividad que considera especial, organiza el tiempo, el lugar y los preparativos. Todo ello decidí implementar al momento de leer, así que consagré mi sillón como mi lugar favorito para leer; era cómodo, llegaba la luz del sol, era grande, y estaba en un lugar donde solía haber poco ruido dentro de casa. Considero que un espacio y ambiente adecuado al momento de leer no solo hará de la lectura una mejor experiencia, sino que motivará a leer en próximas oportunidades.


Seguir todos esos hábitos me ayudó a que por ratos olvidara a la Diana de 18 años y que pudiera revivir esos tiempos de niña. Hasta el día de hoy lo sigo realizando, aunque cada día resulta más difícil y aunque existen días en que no lo puedo realizar, pero siempre está presente el trato que hice conmigo misma para ser feliz, realmente feliz.


Diana Aranguena Vallejos

Fac. Psicología

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4 komentarze


Exelente reflexión y muy buenas recomendaciones departe suyas. Me considero una de esas personas en la edad de cumplir los 18 años y que aun no pone en práctica sus buenos habitos de lectura, y concuerdo con su método de lecrura, al leer su reflexión académica tomé demasiada atención y me motivo el seguir leyendo puesto que es un tema que me interesa por lo mismo que presento malos hábitos de lectura.


Gracias a su reflexión académica empezaré a leer uno de los muchos libros de mi interes que tengo pero que por la falta de tiempo y mala organización lo dejé de lado. Una reflexión muy buena la que tubo usted que también puede ayudar a muchas personas.

HUANCAPAZA…

Polub

Muchas gracias por las recomendaciones las pondré más en práctica.

Recordando lo que comentaste en tu reflexión exactamente yo era una esas personas que decían que no le gustaba leer, ahora puedo decir que me encanta y esto se debe a una amiga que me recomendó un libro, lo que pasa es que para que te pueda gustar leer tienes que buscar un libro que te llame mucha la atención y este acorde con tú personalidad.

FIORELLA MONTOYA TAYPE,PSICOLOGÍA, II CICLO, U. AUTÓNOMA

DEL PERÚ

Polub

Leer ejercita la mente, gracias por compartir tu artículo, comenzaré por leer lo que más me gusta e incentivar a mis hijas compartiendo lecturas con ellas.

Camargo Romero Marcia Cristina, psicología, II ciclo, Universidad Autónoma.

Polub

¡¡EXCELENTE REFLEXIÓN!!

Tu literatura motiva a que sigamos en el camino de la lectura.

Saludos cordiales,

Roberto Marcelo Quispe

Polub
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